De la libertad de prensa y otras contrariedades

Por Gladys Trujillo

Hay días que se celebran y otros que se conmemoran. El día de la libertad de prensa (3 de mayo) es de los segundos. Se supondría que conmemoraría el libre acceso a la información a la prensa para que ésta a su vez pudiera publicar sin represalias de ningún tipo para mantener informada a la población sobre sus intereses generales y particulares.

Este año precisamente, en el marco de esta fecha, han sido asesinados 4 periodistas en Veracruz y otros dos han sido agredidos. En Jalisco, un reportero de La Jornada Jalisco fue golpeado por policías. Independientemente de si estos actos de violencia son realizados por el crimen organizado o por elementos de seguridad municipales, estatales o federales son inadmisibles y reprobables.

El periodista Álvaro Delgado lo define de manera acertada: «Quien atenta contra un periodista o un medio de comunicación, está atacando la democracia». Un pueblo desinformado no sabe, y si no sabe, ni opina y si no opina se fue al carajo la democracia. El silencio se sobreentiende como estar de acuerdo. A veces no hablar significa pensar distinto, pero a falta de información las personas callan. ¿Con qué bases se enfrentan los ciudadanos si no tienen información para validar sus peticiones?

Es en esta disyuntiva donde el periodismo aporta a la democracia. Pero los intereses particulares en ocasiones pesan más que el interés común. Aun así, la verdad seguirá haciéndole sombra a esos intereses, como se lo gritaron al presidente Felipe Calderón en Puebla durante los festejos de la Batalla de Puebla: «No se mata la verdad matando al periodista».

Siempre hay un valiente. Pero no es cosa de valientes. Es de garantías. De asegurarle a los periodistas un ambiente sano y propicio para ejercer su profesión sin miedo a represalias, sin tener que estar revisando constantemente el retrovisor del coche para ver si el auto de atrás es el mismo que le salió al paso tres cuadras atrás.

Si bien la Ley de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos ha sido un avance en materia de seguridad para los periodistas y comunicadores, no es suficiente. Basta ver que no hay medidas preventivas y las correctivas carecen de un análisis de fondo. Pero de eso a nada…

Por lo pronto, este año, el Día de la Libertad de Prensa recuerda el asesinato de 109 periodistas en México registrados entre 2000 y 2012 (79 en la administración de Felipe Calderón). Se conmemora a esos hombres y mujeres que han sido privados de la vida sólo por la profesión a la que se dedicaron. Se recuerda también, la impunidad en la que nuestro país está inmerso, si el homicidio de una persona que figura en los medios y que tiene un nombre más o menos público no se resuelve, ¿qué les espera a las personas que sólo son conocidas por sus familiares?

Este año, el Día de la Libertad de Prensa, es un llamado al fin de la impunidad.

  1. Un saludo solidario a ustedes, reporteros, que ahora se encuentran en la línea de fuego, protegiéndonos al resto de nosotros.

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